El Dr. Rodrigo Iturriaga en conversación con la Sociedad de Biología de Chile: ¿Una nueva era para la ciencia chilena?
La Presidenta de la República de Chile, Sra. Michelle Bachelet, declaró en una conferencia de prensa oficial, realizada en el Palacio de La Moneda, que enviará antes del mes de junio de este año un Proyecto de Ley que contempla la creación de un Ministerio de Ciencia y Tecnología en nuestro país, el cual estaría operante en 2017. De momento, cientos de investigadores de las ciencias exactas, naturales y sociales, están a la espera de cómo evolucionará esta posible nueva etapa de la investigación.
El 2015 fue un año determinante para el futuro de la investigación científica nacional; marchas, cartas y un malestar notorio manifestado por los científicos chilenos, fueron algunas de las consignas que marcaron el acontecer noticioso.
¿Ministerio de Ciencia y Tecnología?
En el reciente anuncio, la Presidenta definió que la principal política de este Ministerio será el fortalecimiento de las capacidades de la investigación nacional, fomentando de manera activa, el desarrollo, innovación y tecnologías creadas en nuestro país. Forjando una imagen internacional, sólida en aspectos de producción científica, la cual orienta y apoya la formación de investigadores y su adecuada inserción en la academia, el Estado y el sector productivo; estableciendo una vinculación cercana entre el quehacer científico-tecnológico, la innovación y las preocupaciones de la sociedad.
En este mismo contexto, la Presidenta Michelle Bachelet señaló, que a partir de este año se diseñará e implementará un plan orientado a fortalecer las capacidades de gestión y planificación de CONICYT (Comisión Nacional de Investigación, Ciencia y Tecnología), el cual se espera, cuente con instrumentos más modernos, flexibles y eficientes para el fomento de la investigación científica y el desarrollo tecnológico.
El anuncio de este proyecto de ley es para muchos científicos un positivo cierre de los petitorios manifestados durante el 2015. Sin embargo, hay quienes piensan que la resolución de un Ministerio de Ciencia y Tecnología, no garantiza la concreción de las mejoras necesarias para el mundo científico chileno.
Frente al escenario científico actual, la Sociedad de Biología de Chile, conversó con su Presidente, Dr. Rodrigo Iturriaga, quien posee una vasta carrera en nuestro país. El Dr. Iturriaga es Licenciado en Biología, Universidad de Concepción (1982), Doctor en Ciencias Biológicas mención Ciencias Fisiológicas, Pontificia Universidad Católica de Chile (1988), Post-Doctorado en Neurofisiología, Departamento de Fisiología, Escuela de Medicina, University of Pennsylvania, Philadelphia, USA, (1989-1992). Su área de especialización es la fisiología delos quimiorreceptores arteriales del oxígeno y su participación en la regulación cardiorrespiratoria.
Dentro de los reconocimientos en su carrera se cuentan: “Premio de reconocimiento a la Excelencia Académica”, Facultad de Ciencias Biológicas, Pontificia Universidad Católica de Chile (2009) y “Mejor docente, Facultad de Ciencias Biológicas, Pontificia Universidad Católica de Chile” (2007).
El Doctor Iturriaga Preside la Sociedad de Biología de Chile, y en ese rol, jugó un papel preponderante durante la manifestación científica desarrollada durante el mes de noviembre del 2015, junto con la ANIP (Asociación Nacional de Investigadores de Postgrado), el movimiento “Ciencia con Contrato (CcC)” y la “Fundación Más Ciencia”. Todos ellos ungieron un estandarte que visualizó, públicamente, el descontento de los profesionales de la ciencia nacional.
A continuación, la entrevista que la Sociedad de Biología realizó al Dr. Iturriaga:
Usted fue uno de los líderes del movimiento que agrupó a cientos de investigadores en nuestro país durante el 2015, en la ocasión, manifestaron el enorme y latente descontento que existe frente a la poca inversión del Estado en investigación científica.
¿Cuál fue la importancia de reunir a todos estos profesionales en torno a esta causa? Y ¿cómo se gestó dicha iniciativa?
El Directorio de La Sociedad de Biología de Chile se reunió los Presidentes de las 12 diferentes sociedades científicas que la componen. En dicha reunión, se acordó escribir una carta a la sociedad, la que fue publicada en los dos más grandes periódicos de circulación nacional (El Mercurio y La Tercera), la cual fue firmada por 300 profesionales de las ciencias, en un principio.
Este documento nace porque existía una preocupación derivada del anuncio del, en ese entonces, Presidente de CONICYT, Dr. Francisco Brieva, el cual señaló que el presupuesto para la ciencia durante el 2016 sería precario. Si bien los científicos propusimos la creación de un Ministerio o una agencia que agrupara la investigación nacional, esa propuesta nunca fue tomada en cuenta y frente a la negativa se decidió escribir una carta. Además de ello, la agrupación “Ciencia con Contrato”, la “Asociación Nacional de Investigadores de Postgrado (ANIP)”y la “Fundación Más Ciencia”, solicitaron permiso para una manifestación masiva frente a La Moneda. Como Sociedad de Biologíade Chile nos sumamos a esa jornada y fuimos a entregar la carta a la Presidencia (que finalmente contenía más de 3000 firmas).
En el evento contamos con la presencia del Profesor Jorge Babul, quien ha sido la cabeza visible de los movimientos científicos en Chile por años.
Durante una o dos semanas, fuimos noticia a lo largo del mundo, tanto así, que revistas de prestigio como “Science” y “Nature”, dieron cabida a la “furia científica” con artículos alusivos al tema. Sin embargo, con el pasar de los días el panorama se enfrió.
El país en la actualidad atraviesa una crisis social y política importante, por lo cual hay voces que plantean que el Estado debe priorizar y enfocar la inversión en otras áreas, como educación, vivienda o seguridad ciudadana, antes que en investigación. ¿Qué opina al respecto?
Chile hace mucho tiempo dejo de ser un país pobre, con un ingreso per cápita anual corregido de USD 23.500 dólares, pero con un escaso presupuesto para el desarrollo científico (0,38% del PIB). Por lo tanto, no es cierto que aumentar el presupuesto para la ciencia quitaría recursos a otros sectores. Faltan recursos para generar una base científica amplia en Chile, pero también es necesaria una buena organización, y que el dinero se canalice en vías claras. El Estado debe preocuparse de que grupos de investigadores, sobre todo de regiones, crezcan, ya que, con las características socioeconómicas mencionadas anteriormente, tenemos un déficit de científicos importante.
Existe una paradoja de personas que se fueron a Doctorar fuera de Chile y que volvieron sin tener posibilidades de trabajar, generando una generación de profesionales frustrados.
Agrega el Dr. Iturriaga:
Los USD400 millones de CONICYT es menos que el presupuesto que recibe una sola universidad americana para investigación en biomedicina.
¿Existe en la actualidad algún panorama claro dentro del movimiento científico chileno?
La Sociedad de Biología de Chile tiene abierta sus puertas a los diferentes movimientos, porque cree que para poder cambiar positivamente el panorama científico actual debemos conocernos todos los actores del sector, esa es nuestra principal claridad en estos momentos.
Faltan científicos en Chile:
En Chile hay entre 5000 a 6000 científicos, número bajo los estándares de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE). Faltan Doctores y profesionales dedicados a investigación.
Si uno mira fuera de Santiago, falta en muchas partes una masa crítica que se dedique a ello, salvo 2 o 3 Universidades. Por otro lado, en algunas universidades los Doctores deben hacer 22 horas de clases, por lo que no hay tiempo para investigar.
En Chile la inversión en investigación científica es baja, y aun así estamos alrededor de la posición 45 en cuanto a número de publicaciones que se producen y ocupamos el lugar 25 en el ranking de citas. Los científicos chilenos somos pocos, pero producimos buenos trabajos.
Si miramos a nuestros países vecinos,c omo Brasil, nos daremos cuenta de que genera más de 10.000 doctores al año, y para cuando salga de su crisis política actual, probablemente se convertirá en la primera potencia científica de Sudamérica.
Conversando con algunos científicos se hace recurrente la opinión de que son los profesionales de las ciencias aquellas personas óptimas para liderar ciertos procesos de innovación en nuestro país, ya que los científicos reciben una formación académica que les ayuda tener un criterio distinto al de profesionales de otras áreas, ¿cuáles son esas diferencias?
En la base del desarrollo del país está la ciencia. Por ejemplo, para los estudiantes de las diferentes carreras del área de la salud es importante recibir conocimiento sobre biología celular o fisiología directamente de profesores que se dediquen a la ciencia. Es importante enseñar lo que se sabe, y los científicos tenemos la posibilidad de hacer muchos procedimientos que las cosas que enseñamos en nuestros respectivos laboratorios. Hacemos lo que se decimos, en otras palabras.
Durante la década de los 60´s en Estados Unidos se les preguntó a médicos clínicos ¿cuáles eran
los papers más importantes en investigación que permitieron los trasplantes cardíacos y la implantación de sobre válvulas cardíacas? El 50% de ellos dijeron que eran trabajos de ciencias básicas, en los cuales se generaron las bases para los trasplantes.
Entonces, para llegar a la cúspide del desarrollo tecnológico se requiere de ciencia básica, la ciencia da la rigurosidad y una forma de ver el mundo que es muy importante.
Los científicos formamos a una gran variedad de profesionales, forjando personas que tienen que estar al día con la vanguardia tecnológica y biomédica global. Profesionales, que por lo pronto, deben comprender que cualquier producto que se lleva desde el laboratorio al mercado puede involucrar el paso de muchos años. Por ejemplo, la vacuna contra el virus sincicial desarrollada en Chile, lleva más de 15 años en estudio.
En el fondo, la base de todo progreso requiere información y desarrollo científico, ya que el mundo del mañana será un mundo de interacciones que ayudarán a solucionar diferentes problemas de impacto social.
¿Es el Ministerio de Ciencia y Tecnología el gran ente que regulará positivamente la ciencia chilena?
Creo que debe haber una estructuración seria en la que se organice de mejor forma la producción científica nacional, ya que hoy en día, CONICYT se encuentra en el Ministerio de Educación y frente a los grandes cambios que vive actualmente dicha cartera en nuestro país, la preocupación y el presupuesto Estatal está en otro lugar y no en la ciencia.
¿Un sistema de áreas prioritarias ayudaría a estructurar mejor este panorama?
Los científicos en general somos reacios a las áreas prioritarias. Sin embargo, hoy la gran mayoría no solo hacemos ciencia para entender mecanismos básicos, sino que queremos aportar a los problemas reales y trascender en la sociedad.
Las áreas prioritarias tienen el derecho a existir, y actualmente, el Gobierno dispone recursos a áreas prioritarias. En el momento que exista mayor financiamiento se debiese pensar más en eso. Es necesario tener y fomentar FONDECYT, que apoya a la gran mayoría de los investigadores.
Como país hemos llegado a un cierto nivel de crecimiento y lo que debemos hacer ahora es sentarnos y conversar para buscar que la investigación que generemos tenga un impacto en la vida de las personas. A la ciencia le ha costado consolidarse y ese mismo factor de progreso ha hecho que estuviésemos separados de la sociedad.
¿Cuál es la esperanza que rodea a este gran movimiento social de científicos?
Chile ha generado buena ciencia, concentrada en pocos científicos, pero con mucha pasión por lo que hacemos. En nuestro país se han realizado investigaciones de primer nivel y pioneras en algunos aspectos. Por ejemplo la Biofísica, la cual vivió un apogeo verdaderamente heroico entre los 60´s y 70´s. En ese tiempo se registraron los primeros axones de calamares.
Los científicos chilenos tuvieron mucha importancia. Francisco Bezanilla, Eduardo “Guayo” Rojas, Mario Luxoro y Ramón Latorre, entre otros, ayudaron a entender las bases iónicas y moleculares de la conducción nerviosa.
Hoy un buen paper puede llegar costar unos USD200.000, y nosotros somos capaces de generar una publicación por muchos menos. Pero es necesario, que el Estrado entienda que para que la ciencia tenga un impacto real en la vida de la sociedad, necesitamos más científicos, para que así otros profesionales puedan generar tecnología e innovación. La tarea más importante de hoy, es que los jóvenes Doctores que se están formando fuera de Chile (entre 1500 y 2000), puedan volver a su patria y con un trabajo estable.
¿Las 2 nuevas Universidades Estatales podrían ser un foco para recibir a estos profesionales?
Ojalá que la Universidad de Aysén y de la VI región, sean un foco para el desarrollo de la investigación, ya que uno como científico siempre desea lo mejor para Chile.
¿Existe un posible error de comunicación entre los científicos y la sociedad? En el extranjero, por ejemplo, los centros de investigación científica les dan mucha importancia a sus departamentos de comunicación, ¿qué pasa en Chile en torno a esta materia? ¿Cómo llegamos a un correcto balance entre la ciencia y la sociedad?
La ciencia ha vivido un proceso de cambio considerable durante las últimas décadas, 25 años atrás el panorama para los científicos era mucho más difícil porque los fondos eran aún más precarios que en la actualidad. Por mucho tiempo, los científicos no queríamos hablar con un periodista
porque temíamos a ser sacados de contexto, etc. Hoy en día, la ciencia debe abrirse a la sociedad y atender las necesidades de ella.
Los científicos y la sociedad somos culpables de este error de comunicación, pero el sistema también ha creado un perfil de científico muy ensimismado y muy abocadoa la producción, sin nada de comunicación.
Investigación:
El Doctor Iturriaga, desde siempre, ha estado interesado en el cuerpo carotideo, que es un pequeño órgano quimiosensorial ubicado en las arterias carótidas, las cuales llevan sangre desde el corazón al cerebro. En la bifurcacióncarotidea, esta este pequeño órgano contiene células que detectan los niveles de oxígeno (O2), anhídrido carbónico (CO2) y el pHen la sangre. En respuesta a la falta de oxígeno, el cuerpo carotideo inicia un reflejo que produce hiperventilación.
Durante los últimos 10 años el Dr. Iturriaga descubrió que este pequeño órgano parece estar involucrado en enfermedades cardiovasculares.
En la apnea del sueño, los episodios hipóxicos producen potenciación de las respuestas quimiosensoriales al oxígeno, lo que genera aumentos del tono simpático e hipertensión.
El Dr. Iturriaga espera entender cómo funcionan los mecanismos de control cardiorrespiratoria en condiciones normales y alteradas, para poder mejorar las alteraciones cardiovasculares producidas por la apnea del sueño.
Sociedad de Biología:
¿Cuál es la importancia de la Sociedad de Biología de Chile en el desarrollo de las ciencias en nuestro país?
La Sociedad de Biología de Chile promueve la ciencia biológica y la comunicación entre los científicos. Sus dos revistas, “Biological Research” y la “Revista Chilena de Historia Natural”, son muy prestigiosas a nivel mundial.
Actualmente la Sociedad es un referente para las políticas científicas nacionales, por lo que en el futuro tiene que tener un rol social más activo en el cual se logre generar un puente entre la sociedad y la ciencia. Es una tarea compleja, pero debemos tratar de liderar este cambio y buscar que la ciencia chilena tenga un foco de desarrollo importante.
Los grandes maestros de la biología siempre han pensado en que las nuevas generaciones son las que liderarán todos aquellos procesos de innovación y desarrollo, por lo que se debe trabajar en conjunto.
Fuente: 4ID/CONGRESS, Todos los derechos reservados. ®
Periodista: Patricio Grunert Alarcón. ®
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